Hasta el primer trimestre del 2020 el teletrabajo era una experiencia reservada a un porcentaje muy reducido de personas.

Nuestra vida estaba reducida a ritmos de trabajo bien precisos y acotados en función de nuestro horario en la oficina.

Pero con la llegada de la pandemia un gran número de compañías alrededor del mundo se vio obligada a incorporar el método de trabajo a distancia.

Aspectos favorables

El teletrabajo trajo consigo grandes ventajas tales como tiempos de traslado, mayor flexibilidad de horarios, incremento en la productividad, ahorro en movilización, más tiempo con la familia -entre otros-. Sin duda, una opción que ofrece numerosos beneficios tanto para la empresa como para los trabajadores, sobre todo en momentos delicados como los que estamos viviendo.

Pero, con el pasar de las semanas y de los meses se evidenciaron también las dificultades relacionadas al trabajo remoto; problemas en la conexión de internet en el hogar, falta de un lugar apto donde poder instalar un escritorio y silla, incremento en el número de horas trabajadas y una difícil conciliación de la vida familiar con la oficina en casa.

Después de más de un año de convivencia con el Covid-19 se están haciendo estudios y encuestas para entender cuál será el futuro del teletrabajo en los próximos meses y años.

¿Las oficinas, así como las conocemos hoy, dejaran de existir?, ¿O volveremos a ocuparlas como si nada hubiera pasado?

Estas son algunas de las preguntas que se hacen los inversionistas del rubro inmobiliario y las empresas que deben tomar decisiones acerca de sus contratos de leasing para el futuro, así como todas las actividades económicas derivadas del mundo de la oficina.

La respuesta (según varios informes y sondeos) es que la OFICINA QUEDARÁ COMO PUNTO CENTRAL DONDE IR A TRABAJAR.

Esto significa que las oficinas no van a desaparecer, pero deberán cambiar para cumplir con las necesidades del mundo postpandemia donde, en algunos sectores, se prospecta una solución híbrida que prevé una alternancia entre teletrabajo y trabajo presencial.

En muchos de los webinar realizados durante el último año, ya se están planteando soluciones tanto para el usuario que se queda  en casa como el rediseño de layout para el trabajo presencial post-covid.

En el primer caso, se apunta a organizar un lugar de trabajo con un escritorio de tamaño reducido (por la falta de espacio) y una buena silla ergonómica, esencial para el bienestar durante las largas jornadas de trabajo.

Por otro lado, para las oficinas (que tendrán un menor flujo de personas) se están proponiendo espacios más amplios y protegidos para que el trabajador se sienta seguro y ambientes acogedores que recreen (en la medida de lo posible) un ambiente más ameno y cercano.

En resumen, parece evidente que la vida laboral – sobre todo en las grandes empresas – no volverá a ser igual. Hay que repensar la organización tomando en cuenta que las personas irán a las oficinas para mantener las relaciones sociales con los compañeros, para sentirse parte activa de la empresa y poder trabajar en equipo. Para el resto de las actividades, el teletrabajo ha demostrado ser una alternativa válida ayudando también a cuidar el medio ambiente gracias a un menor número de traslados.